Hay un inmenso recorrido, desde la primera vez que alguien se escondió. Allí había necesidad, o bruma.
Desde ese momento y hasta hoy, muertos y hazañas, cimas de sierras, sufrimiento y dolor.
A cada uno de todos, algo lo lleva y esconde. Yo quería creer que eras, y lo fuiste.
La gran marea está presente en el transcurso, los finales distraen, se paran en el centro, se creen lo esencial.
Ellos esconden lo ocurrido y detrás viven para siempre las verdades. Sin el sentido a cuestas no a va ocurrir lo esperado, solo serán pequeñas brisas que sonriendo llegarán.
Abrir los ojos es mutar.