Vení,
vivimos en ojotas en una ciudad que no nos pertenece.
¿Si fuera el último día, para pensar como circulan las ideas?
Como si las grietas que ya no existen pudieran determinar lo que aquí sucederá.
Mientras tanto,
el resto observa, atónito.
Y la marea nos trae cosas con las que no sabemos bien qué hacer.