Lo imposible
se revela
mientras descubre
la pieza inexistente:
la máquina funciona.
Ese momento
el momento en él.
Los suspiros
nacen desde el fondo
palpan
el ojo rugoso del destino.
Aunque sepan
no es verdad.
La maldición vuelve.
La espera
ese mal que condiciona.
La pluma
ese alivio que rebalsa
y acomoda el jardín.
Cuando llega el derrumbe
otra mariposa aparece
duerme
en el borde de los días…
y vuela
sin atravesar
más que su propia sombra.