Familia

Hija de 8 pregunta. Pregunta al ritmo de la curiosidad. Pregunta lo que los adultos consideramos obvio. ¿Será por esto que la mayoría de las preguntas de la niñez son descartadas por el mundo adulto? Resulta difícil para la soberbia de los grandes reconocerse incapaz de explicar lo obvio.

Ante la pregunta de un niñe conviene ofrecer el oído de igual a igual, desprejuiciado, compartiendo curiosidad.

Cada pregunta parece constar de dos momentos. Un instante en el que hay que elaborar una respuesta que de pie al diálogo, porque está prohibido descartar preguntas. Y otro donde la respuesta se construye para buscar nuevas preguntas.

Caminamos. Es una tibia tarde de sol. Hay más viento que el habitual. A veces vamos de la mano por la vereda. A veces vamos sueltos y ella se queda atrás porque me olvido que sus pasos son muy cortos.

“Papá ¿qué es una familia?”, lanza desde atrás.

Freno. Cuando necesito tiempo para repasar la pregunta suelo pedirle que la repita. Una vieja argucia de las conversaciones.

En cuestión de microsegundos intento repasar. ¿Qué es una familia para mi? ¿Qué es una familia para nuestra sociedad? ¿Cuál es mi familia? ¿Por qué me lo pregunta? ¿Por qué jamás me lo pregunté?.

Cuando necesito aún más tiempo le pregunto. “¿Y para vos? ¿Qué es una familia?” El tiempo se acaba: “No se, por eso te lo pregunto” me devuelve.

En realidad no hay tanto apuro, tenemos muchas cuadras por delante.

Caminamos en silencio. Intentamos armar una definición y luego de cada idea se me cruzan nombres. Todas las personas que recuerdo tienen un elemento común: el amor.

“Una familia es el grupo de personas a quien alguien más quiere” concluimos. Me mira de repente, casi sin entender y me retruca: “Entonces las películas mienten, siempre dicen que una familia es papá, mamá, hijo, hija…”

Silencio. Pienso que es verdad y que las películas no mienten porque nunca quieren decir la verdad.

Le doy algunos ejemplos. Le gusta la definición. Incluye en su familia a su maestra y a sus compañeritos y compañeritas. Pasa media cuadra nombrando personas a las que quiere.

Sigo buscando respuestas, ya no para dárselas, para seguir preguntándome. Hay otros elementos comunes en el papel histórico y social de la familia y que no son tan bellos como el amor: jerarquías, poder, violencia.

¿Cuántas veces nos detenemos a preguntarnos lo obvio? Para eso la niñez, para rescatar la esencia de la vida. Para nada más.

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