¿Quién podría elegir las burbujas que flotarán?
Quien podría,
no haría más preguntas, si supiera que conducen, sin salida, a un final de fantasía.
Las burbujas no terminan y te convierten en quien no crea, nuevas.
La necesidad muere, con la trascendencia de esas esferas inútiles, que nacieron para explotar
y su perfección.
Mueren flotando, necesitamos verlas desaparecer, y así
encontrar nuevamente algo del aire que liberen.
Podríamos elegir el escenario preciso y dormir, acomodarlas,
pero nunca pueden completar el espacio.