Radio

Ella oye la radio desde que sus oídos se lo permiten. La radio en casa siempre está prendida. Se oye siempre y se escucha solo a veces.

Ella ha oído en su corta vida muchísimos programas distintos. En todos los horarios posibles. Partidos de fútbol, cadena nacional, el programa de la mañana, varias fm alternativa, los noticieros de la noche, la fm más escuchada, programas de política, radio teatros, programas sobre literatura un sábado a las 9 AM o programas sobre música todos los días a las 9 PM.

Pero hoy, por primera vez, sintió que la radio le hablaba a ella.

Cuando escuchó esa voz, dejó de hacer lo que estaba haciendo. Se acercó y me dijo: “quiero escuchar con vos”. Apoyó los dos brazos en el escritorio y miró fijo los parlantes. Escuchó. Una rato largo, escuchó.

Hasta que en un momento le dijo a la voz que sale del parlante: “Yo prefiero el agua. Señor que canta, yo prefiero tomar agua.”

El que nos hablaba era el gran Quique Pesoa en su nuevo programa de radio. Hoy hizo magia nuevamente. Como cada vez que se sienta frente a un micrófono.

Alguna vez alguien me dijo: “¿Qué necesidad hay de estar escuchando todo el día tanto sonido para pensar?” Creo que hoy encontré la respuesta.

Hagan la prueba: www.eldesconcierto.com.ar

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