Primera hora
La #excepción que confirma la regla: #FelaKuti y el #afrobeat
/ Fela Kuti / / Seun Anikulapo Kuti /
“Para comenzar a comprender la magnitud de la figura hay que tener en cuenta tres elementos fundamentales en su vida: su madre y su padre y la influencia que tuvieron en él, sus viajes y la historia de Nigeria de finales del siglo XIX y principios del S XX.
Fela Kuti nació en Nigeria, y tuvo dos viajes trascendentales en su vida: el primero a Inglaterra, a estudiar medicina cosa que nunca hizo porque a último momento decidió estudiar música. Y el segundo viaje a USA donde por un lado se empapó del jazz y el funk que circulaba en ese país a comienzo de los setenta. Y por otro conoce a Sandra Izsadore quien lo vincula estrechamente a la ideología Black Panther, que propulsó el andamiaje de orgullo negro y contracultura en un Fela absolutamente desprovisto de toda conciencia.
Su madre, la Señora Funmilayo-Kuti, fue una persona muy importante en la historia de Nigeria, ejemplo de lucha anticolonial, responsable del logro del voto femenino y la primer mujer en obtener una licencia para manejar en Nigeria.
Su padre, el reverendo Israel Oludoton Ransome-Kuti, fue el primer presidente de la Unión de Maestros Nigerianos y un talentoso pianista. Ambos eran pastores de la iglesia anglicana.
Los dos luchadores incansables por la liberación del pueblo africano y grandes defensores y divulgadores del panafricanismo, la doctrina que plantea la unión de los diversos pueblos que conforman el continente africano, dejando de lado las falsas divisiones geográficas impuestas por el colonialismo.
La música de Fela Kuti tiene varias características claramente identificables, una de ellas son sus letras, directas, incisivas y sobre todo, como herramienta de denuncia frente al mundo de la violencia y opresión de las colonias europeas en su tierra.
Fela Kuti tiene grabados más de 70 discos, sus canciones en general superan los 8 o 10 minutos de duración, llegando algunas hasta entre 25 y 30 minutos, y rara vez eran interpretadas en vivo luego de grabarlas.
Esto se debe por un lado a la influencia de la música yoruba, parte de su cultura originaria, que consistía en composiciones centradas en la percusión y con letras que repetían el esquema pregunta respuesta.
Segunda hora
La #excepción que confirma la regla: #FelaKuti y el #afrobeat
/ Fela Kuti / / Seun Anikulapo Kuti /
“Hubo un mundo de altivos hombres y mujeres de piel oscura. Sin consciencia del individuo, sólo de la comunidad. Bailaban descalzos, adornando sus cuerpos desnudos. Orgullosos cazaban, recolectaban, y sin ideas de exterminio o colonización luchaban contra otras tribus en guerras rituales. Eran animistas y vivían en muchos planos espirituales durante el día. La música era la intersección entre ellos, era su modo de entrar y salir de uno y otro.
Los instrumentos y estilos varían de acuerdo a la zona, las partes en las que predominaba la agricultura, tenían más flautas. En las ganaderas, por el cuero, más tambores. Los balafones, por ejemplo, se encuentran más al sur. Cuando la escala africana de cinco notas (pentatónica) se topó con la escala europea de siete (diatónica), surgieron extraños intervalos en los lugares ocupados en Europa por las dos notas de más. El resultado fue una manera de tocar muy diferente de la basada en la escala europea “temperada”, más “pura” e inflexible.
La música, para las miles de tribus africanas ha sido siempre la comunicación con lo sagrado. Cuando otras civilizaciones iniciaron la macabra e injusta destrucción de sus culturas y, en los siglos venideros la sangre enrojeció por completo su horizonte, fue ella la que impidió la disolución completa de aquel espíritu de unidad, hoy representado en “panafricanismo” y en “Unión Africana”, por ejemplo.
África es un continente gigantesco con historias y personajes épicos; con más de 1000 millones de habitantes que hablan unas 2000 lenguas y es el sitio del que tenemos los primeros registros del homo sapiens. Sin embargo, si nos dan un mapa, de sus 54 países sólo podemos identificar solo 4 o 5.
El hecho de que, en el imaginario de la mayoría, la construcción que hicimos de ese continente sea una mezcla difusa y homogénea de imágenes relacionadas con la desnutrición y la violencia provenientes del atraso, no es casual.
Cuando se es incapaz de describir la historia de una zona y una comunidad, pero sí se tienen muy claras ciertas imágenes, sin lugar a dudas se ha sido víctima de la manipulación de la información mediática. El hecho de que la mayoría de las personas tenga esa construcción, tiene una razón muy clara, y es que África DEBE ser invisibilizado. ¿Por qué? Porque es el lugar del que las potencias occidentales más se nutrieron para erigirse como tales.
La deuda histórica por el rapto y tortura sistemático de decenas de millones -cifras de las que no podemos estar seguros por razones obvias- de personas, y por el asesinato de cinco veces más de esa cantidad (y es que, por cada persona capturada había que matar a los miembros de la comunidad que se resistían), no ha sido saldada. Al contrario, la explotación de las riquezas de ese continente, están a la orden del día.
Las cosas se hicieron muy complejas desde entonces. Los grandes reinos de África fueron masacrados pero las siguientes generaciones fueron intentando reacomodar sus culturas incorporando las ideas de la democracia. El problema es que esto se dio durante los sangrientos procesos de descolonización y en pleno siglo XX. Así que lo hicieron contra potencias que manejaban no solo tecnologías muy superiores sino también el monopolio de los medios de propaganda.
Invito a poner mucha atención en lo siguiente: los procesos de independencia y de construcción de sistemas de gobierno de África, se miden con un rasero muy diferente del resto de los continentes. Europa armó dos guerras mundiales con prácticas bélicas aberrantes. Es decir, el gas mostaza o los experimentos con cuerpos humanos; las generaciones enteras enterradas en el barro; las muertes por desnutrición, son hechos que se ven como una tragedia inevitable del destino, mientras que las guerras entre africanos son vistas como actos de barbarie entre seres de una naturaleza intrínseca inclinada al conflicto.
Olvidamos que esos pueblos llevan recién entre 20 y 30 años tratando de acomodarse para convertirse en Estados modernos, con el agravante de ser herederos de fracturas severas de sus sistemas antiguos de cohesión social que han sido y son provocadas por poderosos intereses económicos extranjeros sobre la riqueza de su suelo.
En este contexto, Nigeria, el país más poblado de África, es uno de los que tiene la maldición de ser muy rico en petróleo. El Delta del Níger está, desde hace muchos años, asolado por innumerables conflictos bélicos entre poblaciones locales, empresas petroleras, el Gobierno y otros actores. La violencia y desestabilidad imperante en la región junto con la corrupción generalizada y las grandes reservas petrolíferas del país, ofrecen una excelente oportunidad de lucro, como siempre, para los que más tienen. Considerado uno de los diez ecosistemas pantanosos y marino-costeros más importantes del mundo, es a la vez una de las diez regiones más contaminadas de todo el planeta, y el hogar de más de 30 millones de personas. Llama la atención la escasa repercusión mediática que tiene este fenómeno en la comunidad internacional.
Pero ellos también tienen algo, quizá los dos mejores tesoros: su conciencia de comunidad y su música, de las que artistas como Fela Kuti es referente mundial.”