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I
Eran días raros
el sonido ya no era
lo que era
y los paseos
llevaban siempre
a los mismos
lugares
II
Esperaba
que la sorpresa
trajera la novedad.
Hacía falta volver.
III
Ninguna de las veces
pude comprender
como empieza:
trae un recuerdo,
una palabra
una nota.
Traída
o tirada en una sala
en un jardín
llegando
sin cesar
a la escucha.
IV
Cuando la mirada
se pierde
pasa de largo
suena a nada.
V
Un día llega
un instante:
se acomoda en un rincón
no pretende nada.
Solo espera
el momento exacto
para recordar.
VI
Y no podría acompañarte
porque ni él
sabe donde vas
solo te mira
y dice.
VII
Nunca va a parar
de decirte.
Nunca vas a parar
de escucharlo.
VIII
Desde ese momento
las alas
ya no serán de colores
los mundos
no pueden entrar jamás
por esa puerta.
Las imágenes te aplastan
tus pies no lo saben.
IX
Él dice:
eso es vivir
y ya no puede.
Se quema en cada giro
porque la perpetuidad
es un condimento de lo simple.
X
Necesitamos llorar
llorar por él
para que sonría
lejos
y ese rincón
nunca desaparezca.
(para vos LAS)