Vamos a pensar en resolverlo.
Sin ideas se puede comenzar.
Caminamos unos metros.
Chocamos.
Vamos a venir a ver que pasa.
Sin sonido, perturbado.
Detrás del espejo azul, un silbido.
Va
y viene.
Cada tanto un cordón y la vereda.
Una mueca sucia.
Sin idas, en el calor del abismo
en el color de la suavidad,
con partes mínimas.